QUÉ HAY DE NUEVO, VIEJO??

Pues sí, que vuelvo, que soy yo, la misma que andaba por aquí enseñando bolsos, y que me quedo... no sé hasta cuando pero me quedo. Y es que para aquellos/as que os preguntábais si me habrían secuestrao o si habría sido abducida por fuerzas malignas extraterrestres, pues quiero confesaros algo: y es que resulta que he cambiado de estado, pero no del sólido al líquido ni del líquido al gaseoso – bueno sí, es verdad que me evaporé durante algún tiempo…pero que conste que era por una ¿buena? razón-, y es que ME HE CASAO!!!! La verdad, que de esto hace ya unos mesesitos, pero entre que lo piensas, te decides, lo organizas, te pones, llega el día, se pasa, te vas de viaje, cambias de casa, te metes en otros fregaos, te adaptas al nuevo hogar y a la nueva situación, te conviertes en ama de casa -arrrrrggggggg!!-, por fin te ponen internet, pues que han pasao unos cuantos meses y ni me he enterao!!!
Así que después de estos cinco sabáticos meses desde mi último post, vuelvo con energías renovadas y con ganas de enseñaros nuevas cositas, porque aunque no lo creáis, he cosío, no mucho, pero algo… y prueba de ello son los 200 monederos que hice como regalo de boda a mis invitadas. Casi muero en el intento, pero gracias a la grandísima, inestimable e impagable ayuda de mi madre, hermanas, tías, primas y vecinas pues logré acabarlos a tiempo, pero juro y perjuro, que me vi vestida de novia diciendo el “sí, quiero” y cosiendo los dichosos bolsitos. Pero al final, todo salió bien y éste fue el resultado:

Y por si me parecía poco, va y se me ocurre además hacer las tarjetillas con el recordatorio para cada monedero, así que son caseras también...

Bueno, y para demostraros que lo de la boda es verídico de verdad, porque ami-gos/as y familiares tampoco se lo creían, pues ahí va una fotillo, no mu clara, pero es que la vergüenza me come….